RELATOS MÁGICOS DEL PERÚ - LAS CALAVERAS DE FUEGO

Cuenta la historia allá por Abancay, Apurimac por los años 1930, el señor Juan Bedia transportaba licor de la hacienda San Ignacio en Apurimac hasta la ciudad del Cuzco. Para dicha tarea debía llevar con otros hombres el aguardiente por varios días a caballo, una de las noches de viaje se sentaron a conversar antes de dormir vieron asombrados como varias cabezas de cabellos largos (calaveras de fuego) los perseguían y asustaban, estas cabezas flotaban en el aire echando fuego por los ojos, con pelos feos, aullando como perros en luna llena. Ante esto los hombres salieron corriendo por el miedo a estos seres, corrieron y corrieron y llegaron a un cerrito con bastantes plantas de tuna donde se metieron a pesar de las espinas que dolían mucho, las calaveras hicieron lo mismo pero estos se enredaron por los pelos largos que tenían, al darse cuenta de esto los hombres regresaron a su campamento. Tomaron sus burros con su carga de aguardiente y salieron con mucha prisa en dirección a Cuzco. Estas calaveras eran condenados, almas sin descanso que vagan en la soledad de los caminos.
¿Caminarías en las carreteras oscuras sabiendo esto ahora?, ¿que opinas lector?